domingo, 10 de enero de 2010

EDITORIAL: A. ZALDÍVAR DEBE ASUMIR EL COSTO POLÍTICO DEL FRACASO.

A. ZALDÍVAR DEBE ASUMIR EL COSTO POLÍTICO DEL FRACASO EN LA INCURSIÓN PRESIDENCIAL Y EN LA ELECCIÓN PARLAMENTARIA.



EDITORIAL: CONGRESO IDEOLÓGICO CON DIRECTIVA TRANSITORIA.

Hoy domingo 10 de enero de 2010 publicamos la entrevista que LA NACIÓN hace al senador Adolfo Zaldívar Larraín. Lo imagino respondiendo las preguntas con ese tono doctoral, como el del profesor dirigiéndose a sus alumnos, dando por cierto, con argumentos truncos, lo que dice, suponiendo que el interlocutor obviamente concordará con sus respuestas, lo que se traduce en una maraña inentendible de frases inconclusas e inconexas al pasar de un tema a otro convencido de ser el último consecuencia del anterior.

Sin embargo, es posible rescatar algunas frases donde es fácil comprobar la veracidad del proverbio que afirma que “es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio”, como cuando, aludiendo al transantiago, se refiere a la Concertación sosteniendo que “al final el único expediente que le queda es el autoritarismo y la verdadera dictadura interna”, sin detenerse, ni por un momento, para tan siquiera sonrojarse y reconocer que es, precisamente, autoritarismo y dictadura lo que ha caracterizado su gestión como cabeza de la Directiva Central del PARTIDO REGIONALISTA DE LOS INDEPENDIENTES. Basta recordar, solamente, la prohibición y veto impuesto a Consejeros Generales para ingresar y participar en el último Consejo General del 30 de diciembre de 2009

En otra parte, hablando sobre su incursión fallida como candidato presidencial, la incoherencia de su explicación por justificar su imprevista y extemporánea decisión de declinar su candidatura, bloqueando la posibilidad del PRI de tener candidato propio, dividiendo con tal determinación al partido y privando a los candidatos al parlamento del respaldo de una figura con proyección presidencial y de las ventajas electorales de la franja televisiva, es dramática, y revela su egolatría y un egocentrismo exagerado que han dañado gravemente a la colectividad.

Claro que el PRI debe reformularse y claro que debe haber un congreso ideológico, en eso, sin duda, todos están de acuerdo, pero …………………, con democracia interna y sin autoritarismo, sin Adolfo Zaldívar y con una Directiva Central transitoria donde las bases regionalistas estén adecuadamente representadas.

La incursión presidencial fue un fracaso, lo mismo que la elección parlamentaria donde el partido obtuvo un 4,01 %, es decir, bajó dos puntos y perdió 140.000 votos: A. Zaldívar debe asumir su responsabilidad y el costo político del fracaso.

¡O EL P.R.I. ES REGIONALISTA O SIGUE SIENDO EL PARTIDO DE ZALDÍVAR!


El Editor

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