domingo, 24 de enero de 2010

CRONOLOGÍA ADOLFISTA

LA TORVA MIRADA DEL "CAUDILLO"


Muchos aún desconocen el tránsito del senador Adolfo Zaldívar, “el caudillo colorín”, por las filas del PRI. Aunque muchos se percatan que su ideología sigue estando unida a la DC, pese a que haya declarado su conversión al regionalismo: Nadie le cree tal conversión. Animado del rencor que lo corroe al no lograr la pre-candidatura presidencial en la DC y luego ser expulsado de ella, sólo lo anima un sentimiento de venganza de la colectividad en que militó y de destrucción de la coalición en que participó por 18 de los 20 años de gobierno.

Para comprender a este personaje y los sentimientos de repudio que despierta, como un botón de muestra, someramente relatamos una cronología de su paso por el PRI.

CRONOLOGÍA ADOLFISTA.

1. En reunión ampliada de la Directiva Central llevada a cabo a comienzos de enero de 2009 se acordó ofrecer al senador Adolfo Zaldívar Larraín la candidatura presidencial del PRI, previo compromiso del senador de responder que “estudiaría el ofrecimiento sobre el cuál se pronunciaría en el mes de marzo”. El objetivo era evaluar el impacto que la candidatura tendría en la opinión pública.

Días después, con una concurrencia masiva de dirigentes nacionales y regionales, y con la presencia de los medios de comunicación, se concretó, en la casa del senador, el ofrecimiento, el que, para sorpresa de los asistentes y contrariando lo acordado, fue de inmediato aceptado, declarando el candidato a los medios de comunicación que esa carrera sería hasta el final, exhibiendo una fotografía de uno de sus triunfos deportivos juveniles en que aparecía llegando primero a la meta.

2. En el mes de abril Eduardo Salas, en una reunión de la Directiva Central, señaló que el PRI es un partido instrumental creado solamente para proyectar la candidatura presidencial del senador Adolfo Zaldívar”. Palabras que fueron, rotundamente, rechazadas por el dirigente Víctor Catalán Polanco en la misma reunión.

3. En mayo el dirigente Víctor Catalán Polanco envió una carta al entonces presidente Jaime Mulet y a algunos dirigentes donde les manifiesta su preocupación por el rotundo y desastroso fracaso experimentado por la campaña presidencial desarrollada hasta esa fecha, lo que sería confirmado a poco andar por la encuesta CEP que le daba al candidato del PRI un magro 1 %, porcentaje que se repetiría en la encuesta siguiente.

4. Recién en julio, cuando expiraba el plazo para inscribirse en el PRI, se inscriben el senador Zaldívar, los diputados Alejandra Sepúlveda y Pedro Araya, y el cientista político Ricardo Israel.

5. A comienzos de agosto se desata el escándalo por las palabras de Jaime Mulet en una radio de Vallenar opinando que era posible que el senador Adolfo Zaldívar bajara su candidatura. Esto dio pie a una ofensiva en contra de Mulet orientada a destituirlo de la presidencia del PRI.

6. Ese mismo mes de agosto se llevó a cabo una reunión del Consejo General donde el presidente, Jaime Mulet, es duramente increpado por Eduardo Díaz Herrera, en una ofensiva orquestada para destituirlo. En esa misma instancia, después de una serie de reuniones de “pasillo”, donde hubo ocasiones en que, en la mesa, quedaban dos o tres dirigentes, a espaldas de esos mismos dirigentes y en una muestra palpable de falta de respeto hacia los Consejeros Generales, se daba a conocer que el Secretario General pasaba a ser 3er. Vicepresidente, cargo no contemplado en los Estatutos, y que asumía como Secretario General Rodrigo de Aguirre, proveniente de los samuráis de Lavín e impuesto por el sector Adolfista. Lo resuelto, “cocinado” con anterioridad y formalizado en los pasillos del ex Congreso, templo de la democracia, por ciertos dirigentes y personajes relevantes, fue puesto en conocimiento de los Consejeros Generales para que éstos solamente lo legitimaran, sin intervención de ninguna naturaleza. El argumento para instalar a Rodrigo de Aguirre como Secretario General, fue que él generaría para el partido fuentes de financiamiento privado. Nada de eso sucedería. En esa misma reunión el presidente, Jaime Mulet, junto al senador son mandatados para suscribir pactos electorales con los partidos pequeños y movimiento emergentes excluidos por el sistema binominal.

7. El 29 de agosto, en el Consejo General realizado en esa fecha, se proclama oficialmente la candidatura a la Presidencia de la República del senador Adolfo Zaldívar: El candidato agradece y acepta.

8. Pocos días después, en reunión de Directiva, el suscrito pregunta dos veces consecutivas al senador Zaldívar sobre “qué pasa con su candidatura”. El senador elude una respuesta directa.

9. A último momento finalmente se suscribe un pacto electoral con los partidos MAS y FUERZA PAÍS. Las demás fuerzas rechazan cualquier pacto con el PRI por la presencia del senador Adolfo Zaldívar y por considerar al partido una colectividad de derecha.

10. El 14 de septiembre, dos semanas después de su proclamación y el día que expiraba el plazo para las inscripciones de las candidaturas, el senador anuncia que “declina ser candidato a la presidencia”. Este extemporáneo pronunciamiento del senador trae consecuencias inmediatas que dañarán gravemente a la colectividad regionalista.

11. Las consecuencias, que se producen por la bajada del senador Adolfo Zaldívar, son gravísimas.

a. Al producirse la bajada en el último día, pese a los rumores que circulaban con fuerza desde hacía más de un mes y que resultaron ciertos, el PRI quedó con las manos atadas y sin la posibilidad de levantar una nueva candidatura, como la Directiva lo había previsto: El Partido había sido bloqueado.

b. Al quedar sin candidato presidencial, el PRI dejó de ser opción como referente, objetivo fundacional frente a las dos grandes coaliciones.

c. Al no tener candidatos comienza la división interna por el apoyo a los distintos candidatos en carrera, fundada en la transversalidad de las vertientes ideológicas de las que se ha alimentado la colectividad: Situación plenamente predecible.

d. Sin candidato propio los aspirantes del PRI al parlamento quedan sin el respaldo de una figura presidencial que los fortalezca.

e. La falta de un candidato presidencial priva a los candidatos al parlamento y al partido de los beneficios de la franja electoral, quedando en la más absoluta indefensión.

12. El 7 de octubre, en la asamblea del Consejo General realizado ese día, transgrediendo disposiciones establecidas en los Estatutos y en la Ley 18603 Orgánica Constitucional de Partidos Políticos, y con el beneplácito del Tribunal Supremo, es ungido Presidente del PRI el senador Adolfo Zaldívar, con dos votos en contra y una abstención en la votación “a viva voz” de los Consejeros Generales.

Esta asunción del senador a la presidencia fue, como lo manifestó el presidente saliente, Jaime Mulet, producto de un compromiso entre él y el senador. Es decir, dicho en otras palabras, el partido pasa a ser un bien que pasa de mano en mano, sin que importe un “rábano” la institucionalidad, la opinión y el derecho a elegir de los Consejeros Generales y de los afiliados: Los parlamentarios presentes callan.

En esa misma asamblea se decreta libertad de acción para la primera vuelta presidencial. Inmediatamente algunos parlamentarios en ejercicio se pronuncian públicamente sobre sus preferencias, iniciándose el proceso que divide a los dirigentes y afiliados.

Tras la reunión Víctor Catalán Polanco rompe los Estatutos y la Ley 18603: En el PRI estos documentos ya no tienen validez.

13. Desde que asume el “caudillo colorín” se inicia la represión al interior del PRI: Para comenzar se cancelan los contratos de Oscar Madrid, encargado de prensa, de Miguel Ángel Miño, diseñador gráfico y de Valeria Berríos, secretaria de la colectividad.

14. El senador asume, entonces, con un Partido con 92 candidatos propios al parlamento y una base electoral de un 6,70 % con 402.341 votos obtenidos en la elección municipal de octubre de 2008.

15. Desde que asume el senador la presidencia no vuelve, hasta la fecha, a convocar a ninguna reunión a la Directiva Central. El senador ignora y discrimina a algunos de los dirigentes nacionales provenientes del regionalismo y no dicta ninguna instrucción que fijen los parámetros a la libertad de acción hasta el 29 de octubre, a raíz del nacimiento de COMITÉ INDEPENDIENTE DE ACCIÓN REGIONALISTA y de la iniciativa tomada por los dirigentes discriminados para orientar a los candidatos al parlamento, ante la inmovilidad de la Directiva y la inoperancia del presidente y de su secretario general.

16. Durante toda la campaña un amplio sector de los aspirantes al parlamento que declaran su adhesión al candidato presidencial independiente, Marco Enríquez-Ominami, denuncian ser abandonados por la Directiva y discriminados en el respaldo de sus campañas electorales. Se especula que fondos provenientes de la derecha por gestiones realizadas por el senador y su secretario general se canalizan a un candidato de la región metropolitana y dos de una región del sur del país.

17. El 4 de diciembre, ante antecedentes proporcionados por el propio senador, dos dirigentes nacionales, Víctor Catalán Polanco y Ricardo Fernández Sanhueza, fundadores del PRI y provenientes de la vertiente original de la colectividad, son expulsados por el Tribunal Supremo en un fallo aberrante, sin observar las normas mínimas de un debido proceso que transgrede, no sólo los Estatutos del partido, sino que, nuevamente, a la Ley 18603. El “caudillo colorín” se muestra en su verdadera dimensión: Autoritario, ambicioso, egoísta y antidemocrático.

18. En los primeros días de diciembre el senador dispone el cierre de la sede de Merced y la traslada a su oficina particular de calle Miraflores.

19. El 13 de diciembre, obtenidos los resultados electorales, estos arrojan una votación del PRI de 262.269 votos con un 4,01% con una baja, en comparación con las municipales de octubre de 2008, de 140.000 votos y un 2,69 %.

El partido sólo elige a 3 diputados, los tres con votación propia: Alejandra Sepúlveda, Pedro Araya y Luis Lemus que, en conjunto, suman 84.985 votos.

El resultado es desastroso para el Partido Regionalista de los Independientes.

20. Los afiliados comienzan a exigir una cuenta de la Directiva Central encabezada por el senador Adolfo Zaldívar Larraín, y una explicación sobre las reiteradas transgresiones a los Estatutos, a la Ley 18.603, sobre el comportamiento del Tribunal Supremo y sobre el magro resultado electoral obtenido que permitan establecer responsabilidades políticas.

21. El 30 de diciembre de 2009 el senador Zaldívar convoca a un Consejo General a puertas cerradas para un pronunciamiento del PRI en la segunda vuelta presidencial. Dos Consejeros Generales, Luis Soto y Gloria Fuentes, extrañamente los mismos que votaron en contra de senador cuando fue ungido presidente, son impedidos de ingresar a la sala de reuniones con el concurso de la fuerza pública, así como, también, a dirigentes, ex candidatos al parlamento y militantes en general.

22. Las protestas de los militantes y juventud del PRI discriminada continúan en las puertas del ex Congreso Nacional: El senador Zaldívar es increpado duramente y tratado de traidor y autoritario. El senador trata a la juventud de “pinganillas”.

23. Durante el desarrollo del Consejo General la diputada Alejandra Sepúlveda representa su preocupación porque se impida el ingreso de algunos Consejeros Generales, fija su posición y advierte, en su nombre y en el del diputado Pedro Araya, que renunciaría al PRI si se resuelve apoyar a alguno de los candidatos que pasaron a la segunda vuelta presidencial. Propone, en cambio, que se vote en conciencia.

Finalmente se acuerda votar en conciencia, pero prohibiendo expresamente que se haga público cualquier adhesión.

24. La escasa voluntad mostrada por el senador Zaldívar durante su campaña presidencial, evidenciada en el casi nulo apoyo recibido según las mediciones electorales de las diversas encuestas, así como su extemporánea “bajada” en el último día, inducen a pensar que su candidatura tuvo como único objetivo, alentado por la Coalición por el Cambio, el de bloquear la posibilidad del PRI de llevar candidato propio, de tal modo de impedirle emerger como un nuevo referente por el peligro que representaba su base electoral de un 6,7 % obtenida en la elección municipal de octubre de 2008. El “caudillo colorín” señaló en una entrevista que el proyecto “no cuajó”, pero lo que no cuajó fue su nombre.

25. Se dice que el senador se acobardó al enfrentar el desafío presidencial que se había impuesto. Personalmente no creo que haya sido cobardía, sino que fue parte del maquiavélico plan para bloquear al PRI.

26. En todo caso no cabe duda que el “caudillo colorín” careció de generosidad y de grandeza al no dejar el libertad de acción a la colectividad para elegir otro candidato, claro que aquello le habría significado auto-marginarse y perder la posibilidad de ser el “negociador”. Pecó, además, de autoritarismo y discriminación, pues está convencido que compró al PRI y que él puede hacer lo que quiera con el partido.

27. No es difícil presumir que, en un futuro cercano, el PRI cambiará de nombre y asumirá la doctrina social cristiana, toda vez que ya no quedan afiliados regionalistas en las bases ni representantes en la Directiva.

No es nuestro ánimo calificar la errática conducta del senador Adolfo Zaldívar, sin embargo, no podemos terminar este relato sin plantear ciertas interrogantes hasta ahora sin respuestas:

- ¿Por qué el senador aceptó de inmediato el ofrecimiento de ser el candidato presidencial del PRI en circunstancias que el acuerdo era que respondería dos meses después, en marzo de 2009?

- ¿Por qué se mantuvo como precandidato durante ocho meses pese al 1 % que marcaba en las encuestas?

- ¿Por qué aceptó ser proclamado oficialmente candidato presidencial en el Consejo General del 29 de agosto de 2009 y no tuvo la grandeza y generosidad de declinar su candidatura cuando aún había tiempo para que la colectividad levantara otra candidatura?

- ¿Por qué, sólo dos semanas después de su proclamación declinó finalmente su candidatura, pero lo hizo el 14 de septiembre, el último día para la inscripción de candidatos, consciente del grave daño que esa determinación extemporánea causaría al PRI y a los candidatos?

- ¿Por qué esa pequeñez y egoísmo que privó a los aspirantes al parlamento del respaldo de una candidatura presidencial propia y de los beneficios de la franja electoral televisiva?

Que cada uno saque sus propias conclusiones y evalúen las razones del porqué los regionalistas repudian a este personaje.


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