domingo, 27 de diciembre de 2009

DOCUMENTO: PRECAUCIONES EN DEFENSA DE LA DEMOCRACIA PARTIDARIA

ALERTAS Y PRECAUCIONES PARA DEFENDER LA INSTITUCIONALIDAD, LA UNIDAD Y LA DEMOCRACIA PARTIDARIA.


Es obligación moral, legal y estatutaria, especialmente de la Directiva Central, de los Consejeros Generales y de los Presidentes Regionales, la de exigir que se cumplan todos los preceptos legales contenidos en las normas que rigen los procedimientos en la orgánica de los partidos políticos.


La ignorancia o el temor no son justificaciones para eludir el cumplimiento de dichas normas.


Por tales razones este documento va dirigido, fundamentalmente, a todos los Consejeros Generales y Presidentes Regionales, sin considerar su procedencia ideológica sino que, solamente, su dignidad personal y la responsabilidad que tienen como representantes de las bases partidarias como integrantes del organismo con la máxima autoridad del partido.


Para el CONSEJO GENERAL del Partido Regionalista de los Independientes (PRI), a celebrarse el próximo 30 de diciembre de 2009 para pronunciarse sobre la segunda vuelta presidencial y, posiblemente, aprovechar de llenar los cupos dejados por los dirigentes nacionales arbitraria e ilegalmente expulsados por cuestionar la legitimidad y oponerse a los deseos de quién ejerce la presidencia de la colectividad, los Consejeros deben tomar las mayores y toda clase de precauciones para no ser utilizados solamente para legitimar las propuestas y los acuerdos urdidos y “cocinados” entre cuatro paredes, sin permitírseles intervenir en ninguna otra instancia.


Las cúpulas de los partidos políticos, conformadas por grupos de poder y por un entorno servil a un caudillo, usualmente montan máquinas para obtener sus propósitos con una apariencia legal, sin escatimar en los medios a utilizar.


Piden, por ejemplo, unanimidad, votar a mano alzada o, simplemente, a viva voz, como sucede en el PRI, para obtener una aprobación rápida a un determinado acuerdo, legitimando algo que ya tienen totalmente “cocinado”, argumentando hacerlo “en beneficio del tiempo” para eludir el cumplimiento del precepto que dispone que el “sufragio es personal, igualitario y secreto” (Art. 9° Estatutos). Los electores, llámense Consejeros Generales, tomados por sorpresa, callan, sin atinar a reaccionar. El ministro de fe, hace la vista gorda, y el Tribunal Supremo, en el caso de PRI, cumple con su espuria y equivocada labor de servir al “soberano”, sin cumplir con las labores específicas que le encomiendan los Estatutos. De esta forma el Consejo General se transforma en un ente al que sólo le está permitido legitimar lo que ya la cúpula ha tramado y sancionado entre cuatro paredes.


Pero no todo se reduce a la simple convocatoria de un Consejo General, previo a ello se ha planificado cuidadosamente el montaje de la máquina preparada, tal cual si se tratare de una obra teatral. Primero, se elige la fecha con la antelación conveniente con que se hará la citación y la disponibilidad de medios para el traslado, alimentación y alojamiento considerando el máximo de Consejeros, que califiquen como manejables, tímidos o afines al grupo de poder que gobierna, que puedan asistir, dificultando de paso la concurrencia de aquellos otros con dignidad y personalidad suficiente para oponerse a sus propósitos, y de los cuáles no pueden disponer libremente. Previo a ello se ha desarrollado una campaña de “ablandamiento” basada en conversaciones privadas, llamados telefónicos o mensajes trasmitidos por terceros, según sea la importancia del Consejero, donde se deslizan los beneficios que les podrían reportar un alineamiento con la postura oficial o, lisa y llanamente, apelando directamente al amedrentamiento.


¡NO SE DEJEN ENGAÑAR Y AVASALLAR!


Luego, el director del montaje selecciona a los que harán uso de la palabra y el momento en que deberán intervenir, labor, ésta última, que queda a cargo de adiestrados operadores conocidos como “apuntadores”. Por lo general estos personajes seleccionan a los oradores que preparan el camino o para que aquellos intervengan en el momento oportuno para bajar el perfil de algún discurso inconveniente. Éstos individuos son elegidos entre los más empalagosos, zalameros, serviles e incondicionales que se dedican a exaltar, halagar, ensalzar, glorificar, alabar, elogiar, adular y agradecer al caudillo y a la corte cupular que le rodea, ponderando conductas o cualidades inexistentes o imaginarias que respaldan, con graves asentimientos de cabeza y breves comentarios de aprobación los integrantes de otro equipo, llamado de “hostigamiento”, distribuido disimulada y estratégicamente entre los concurrentes: Son los encargados del asedio personal de los Consejeros indefinidos o más tímidos para atraerlos dócilmente como agua hacia el “molino” cupular.


Por otro lado, están los aplausos, aquellos que surgirán oportunamente como si fuesen espontáneos para aprobar algún voto unánime propuesto, procurando que los Consejeros no alcancen a reaccionar para defender su dignidad: ¡No se dejen sorprender! ¡Exijan, en beneficio de la transparencia y de la democracia partidaria, sufragio personal, igualitario y secreto para aprobar o rechazar cualquier acuerdo que se someta su consideración!


Es muy posible, también, como ya se dijo, que en el Consejo General se elijan a los reemplazantes de los dirigentes expulsados y/o se aproveche la ocasión para reestructurar la Directiva Central para tratar de revitalizar un “adolfismo” decrépito y decadente por sus sucesivos errores y fracasos políticos, coronados con la última y estrepitosa derrota electoral. Esta sería una oportunidad muy propicia para satisfacer los justos deseos regionales de incorporar a la Directiva Central a camaradas surgidos de las bases que auténticamente los representen……..Pero, también, es muy probable que los nuevos dirigentes ya hayan sido elegidos por el senador y su cúpula, y propongan votación económica (unanimidad, a mano alzada o a viva voz) “en beneficio del tiempo” para sancionar y legitimar la elección propuesta que ya viene “cocinada”: ¡Estén atentos! Cada uno de los Consejeros Generales tiene el derecho inalienable de proponer nombres y de exigir que la votación sea secreta: ¡Hagan uso, sin temor alguno, de sus legítimos derechos! ¡No se dejen intimidar! ¡No se dejen sorprender! ¡USTEDES SON LA AUTORIDAD MÁXIMA DEL PARTIDO!


La votación a mano alzada o a viva voz es, a todas luces, ANTIDEMOCRÁTICA pues permite identificar a los que se oponen al poder y por ende arriesgan represalias que pueden llegar a la arbitraria expulsión, como ya ha ocurrido. Cuando se proponen estas votaciones es porque están apostando al triunfo del temor de algunos por sobre la razón y los principios para obtener lo que se desea, sin importar que no se ajusten a lo que disponen los estatutos.


En lo que respecta a la segunda vuelta presidencial lo lógico, lo consecuente, lo coherente y lo digno sería que se acuerde votar en conciencia, es decir, se decrete LA LIBERTAD DE ACCIÓN, como lo ha manifestado la diputada Alejandra Sepúlveda. Si por alguna razón de lógica incomprensible se acordase negociar con alguna de las dos candidaturas, les recuerdo que el apoyo a un determinado candidato a la presidencia debe ser RATIFICADO por los AFILIADOS de conformidad con el inciso primero del artículo 29 de la Ley 18.603, sin perjuicio de dividir al partido en virtud de las vertientes ideológicas de las que se ha alimentado la colectividad. Además, por tal razón, es de presumir que ningún acuerdo hará cambiar la INTENCIÓN DE VOTO PERSONAL ya definida en primera vuelta.


Cabe, también, recordar que ningún acuerdo es válido si no está legitimado por el Consejo General en concordancia con las disposiciones legales preceptuadas en los Estatutos del Partido y en la Ley 18.603, por lo que puede ser repudiado u objeto de la interposición de los recursos que la legislación provee, que agravarían la situación del PRI ante la opinión pública.


Como es mejor prevenir que curar, es preferible advertir que no sería extraño que se interpele a la Directiva Central para que explique el fracaso de la incursión presidencial y la extemporánea “bajada” del candidato proclamado que dejó al partido sin candidato propio, sin respaldo a los aspirantes al Congreso y, a la vez, privados de los beneficios de la franja electoral televisiva, lo que condujo a la división interna y a la concluyente derrota en la elección parlamentaria, y para que aclare sobre posibles incompatibilidades, éticas y estatutarias, de algunos integrantes del Tribunal Supremo, como subordinación laboral y dependencia o relación económica con el PRI, o con alguna de sus autoridades, y las específicamente señaladas en el artículo 33°de los Estatutos que señala que “los cargos de miembros de la Directiva Central o regional, son incompatibles con los del Tribunal Supremo” y, también, sobre si ese organismo ha dispuesto alguna investigación sobre ciertas irregularidades denunciadas y de público conocimiento, lo que a ustedes les consta, como es el caso de las transgresiones reiteradas a los Estatutos y a la Ley 18603 en las que el propio Tribunal ha incurrido.


En la actualidad los Consejeros Generales son 63 (Artículo 7° de los Estatutos) más 6 parlamentarios = 69 a los que se deben restar los parlamentarios que son, a la vez, Consejeros y el expulsado Vicepresidente Ricardo Fernández, quién, también, era Consejero. En la actualidad hay alrededor de 7 cargos de Consejeros vacantes. Las división de las regiones V, RM y IX es sólo interna, no rige para aumentar el número de Consejeros mientras ésta división no haya sido incluida en una reforma de los Estatutos, y esta reforma propuesta previamente a los afiliados por el Consejo General y luego aprobada por aquellos de conformidad con el artículo 29 de la Ley 18.603.

ES NECESARIO ESTAR INFORMADO PARA EVITAR QUE ALGUIEN INTENTE “PASAR GATO POR LIEBRE”.


No es conveniente, tampoco, aceptar que los miembros de la mesa abandonen su puesto para hacer “política de pasillo”, o de convencimiento de última hora: “Es una falta de respeto incalificable para con los Consejeros Generales, autoridad máxima del partido”. Si eso llegare a suceder se puede pedir con firmeza la suspensión del Consejo por algunos minutos.


LA INSTITUCIONALIDAD PARTIDARIA DEBE SER IRRESTRICTAMENTE RESPETADA, Y RECHAZADO TODO INTENTO POR INSTALAR LAS MALAS PRÁCTICAS QUE ARRASTRAN COMO UN LASTRE AMORAL ALGUNOS POLÍTICOS AVEZADOS QUE HAN ARRIBADO A LA TIENDA REGIONALISTA, ÚNICA FORMA DE FORTALECER LA DIGNIDAD Y RESPETABILIDAD DE LOS CARGOS DE CONSEJEROS GENERALES, DE DIRIGENTES NACIONALES, DEL TRIBUNAL SUPREMO, DE PRESIDENTES REGIONALES Y DE DIRIGENTES REGIONALES, COMUNALES Y SOCIALES DE BASE.


Fraternalmente



Víctor Catalán Polanco


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