viernes, 4 de junio de 2010

UNIDAD REGIONALISTA ANTE EL PRI

LA DEMOCRACIA DE LOS PARTIDOS

UNIDAD REGIONALISTA


Frente a la campaña por la UNIDAD REGIONALISTA existen varias propuestas que se han ido promoviendo al interior de los movimientos que han ido emergiendo producto de la desintegración del PRI, como partido representativo de este sector, para transformarse en una colectividad social cristiana de corte personalista, autoritaria y centralista, en franca oposición con los principios no transables del regionalismo.

Sin perjuicio de lo anterior, surgen algunas voces, entre los más ultras de los llamados “colorines”, definitivamente defraudados del cariz similar a la DC que ha tomado el partido, y por cuya razón lo abandonaron, que barajan la posibilidad de rescatar al PRI y reestructurarlo para encauzarlo por la senda regionalista, sumándose a aquellos movimientos que abogan por la unidad: Loable y patriótica actitud que es necesario reconocer si existiese tal propósito.

Sin embargo, no es menos cierto señalar que cualquier paso que se dé en ese sentido pasa por el necesario alejamiento de sus actuales dirigentes nacionales, fervientes partidarios del colectivo social cristiano y no del regionalismo, y su reemplazo por una directiva provisoria que llame a una elección universal en un plazo no superior a los noventa días: Por el momento creemos que el PRI no es rescatable, no merece serlo y no despierta mayor interés entre los regionalistas por el desprestigio en que está inmerso.

Por otra parte, los movimientos de auténtica raigambre regionalista estudian la realización de un parlamento, asamblea o congreso orientado a conformar una FEDERACIÓN en torno a un MOVIMIENTO NACIONAL Y POPULAR, que reúna a todos los colectivos regionalistas para que definan, en una sola, una DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS que los integre a todos en un organismo rector, sólido, consecuente, coherente y creíble, que siente las bases definitivas de la unidad regionalista.

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