miércoles, 18 de agosto de 2010

GOBIERNO DE MONÓLOGOS


LA SEGUNDA

Cartas
Miércoles 18 de Agosto de 2010
Gobierno de monólogos


Señor Director:
Encuestas más, encuestas menos, lo cierto es que el Gobierno está pasando momentos difíciles. La incesante actividad del Presidente da cuenta de que el primer trabajador de la patria, como definiera la Presidenta Bachelet a la primera magistratura, se ha tomado su cargo con mucho sacrificio, pero por algún motivo no cuaja, no cunde, no entusiasma. Hay en ese frenético movimiento algo que a la ciudadanía encantó en la campaña y que hoy comienza a cansar y, peligrosamente, molestar.
Mientras la ex presidenta Bachelet confió temas de relevancia, como la reforma previsional y la niñez, al ejercicio ciudadano del diálogo, el Presidente enfoca su tarea desde el monólogo. No uno cualquiera, sino uno dramático, donde reflexiona a viva voz sobre el Chile que quiere: uno creyente, de oportunidades, trabajador incansable, sin operadores políticos, sin zancadillas a la unidad nacional. En fin, un Chile de campaña, que desde sus propias filas han comenzado a bombardear. Y si en el monólogo de campaña todo el teatro escuchaba absorto, hoy las butacas comienzan a quedar vacías.
En momentos en que Chile sufre por la tragedia de los mineros del norte, el Gobierno ha vuelto con su monólogo en contra de la ex presidenta Bachelet. Como no ha dado resultado culparla del terremoto, ahora se le busca a través de Sernageomin. Aun cuando nada encuentren, seguirán buscando, porque Bachelet es una obsesión. Como en el cuento, mientras ella siga siendo la más linda del reino, no disminuirán los caza-presidenta y prepararán artilugios para llegar con su corazón fresco a Palacio. Una pérdida de tiempo: la ex presidenta no es «ex» en el corazón de los chilenos; sigue siendo «La» Presidenta.
Por otra parte es al interior del propio Gobierno donde quieren hacer rodar la cabeza de una ministra, y donde a 4 meses de llegar al poder ya se disputan La Moneda del 2014. Muchos problemas como para seguir con el monólogo. El teatro está demasiado alborotado y empiezan a escucharse zapatazos en las butacas.
En Hamlet hay uno de los más hermosos monólogos de la literatura, aquel que comienza con esa frase de “ser o no ser”. Quizás allí esté atrapado el Presidente, en seguir con la vitalidad de un gerente o tener la pausa de un centrocampista que comanda un equipo. Todo lo que ha logrado, ha sido bajo la premisa del ejecutivo exitoso. Nadie le dijo que ser Presidente requiere visión de toda la cancha, mirar a los costados y también jugar con los laterales. No siempre el centrocampista es el goleador; cuando ya se es Presidente, debiese ser lo que menos importe.

Jaime Quintana
Senador PPD

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