sábado, 3 de abril de 2010

REGIONALISMO

LOS REGIONALISTAS LLEGARON...¡PARA QUEDARSE!


Los regionalistas apoyaron a Marco Enríquez como candidato presidencial y en segunda vuelta una parte de ellos se inclinó por Sebastián Piñera que, en carta suscrita por el actual ministro del interior, afirmó que en su gobierno habría más descentralización que “en los últimos 20 años”. También les aseguró participación en el gobierno y que apoyarían la creación de cooperativas donde empresas en quiebra, como las salmoneras de Puerto Montt, generan cesantía. Por supuesto, nada de esto se cumplió.

Lo cierto es que el apoyo a Piñera creo fuertes tensiones internas en el movimiento Regionalista donde, si bien hay personas que simpatizan con el nuevo presidente, también hay muchos que no le creen por razones ideológicas (quienes se encuentran en listado Valech) y otros provenientes de la concertación y la derecha que, decepcionados de sus partidos, han echado raíces en este movimiento, detalle no menor que se refleja mejor al momento de expresar el apoyo del movimiento regionalista a Piñera, donde concurren dirigentes de segunda línea y sin mayor influencia a nivel nacional en el regionalismo que, como dicen en su pagina web, lo entienden como mucho más amplio que un partido.

Después de las primeras desilusiones, al igual que Chile primero y el sector que representa el senador Cantero con el gobierno de Piñera, los regionalistas constataron la nula voluntad política de considerar e incorporar a quienes no respondieran a los dictados de la UDI o RN que son, en definitiva, los representantes de la derecha política y económica que manda y ahora gobierna este país. Las palabras y la firma de Hinzpeter se las llevó el viento permitiendo, con ello, que se abriera paso la idea de concretar el referente de unidad regionalista, “donde tengan cabida todos los sectores que se declaren distintos y distantes de los políticos tradicionales”, es decir, de la concertación y la derecha. En ese contexto surge AIRE (Alianza Independiente Regionalista) que en las últimas semanas ha logrado, formalmente, incorporar en su organización y directiva a representantes del mundo cristiano, el nacionalismo popular, el PRI histórico, el movimiento adulto mayor y el mundo sindical, juvenil y gremial. AIRE lo preside el abogado laboralista y escritor Claudio Rivera Canihuante, quien ganara respeto y prestigio no solo por defender al PRI histórico en tribunales enfrentando a Mulet y Zaldivar, sino porque en sus escritos, como el manifiesto del movimiento nacional y popular, ha definido una identidad política propia, destacando en ella la fraternidad y respeto a la diversidad de opiniones entre los integrantes del regionalismo, su transversalidad y una real democracia interna, en la cual son las bases de cada comuna distrito o región quienes eligen dirigentes y definen candidatos, detalle que marca la diferencia con los partidos tradicionales, donde todo se resuelve en la directiva central.

Junto a Rivera se encuentran en las vicepresidencias el presidente del Movimiento Regionalista Miguel Pizarro, el prestigiado pastor evangélico Sabino Larenas, el Profesor Guillermo Henríquez y el dirigente nacional de las pymes y del comercio Pedro Zamorano. Los jóvenes se encuentran representados por el licenciado en arte de la U de Chile Pablo Mansilla y en la administración del proyecto la dirigente histórica de la ANI, el PRI y Aire, Gloria Fuentes, teniendo, además, en la secretaria general al ex presidente nacional del PRI Juan Carlos. Moraga D. y al dirigente universitario Jorge Pizarro en la subsecretaria, trabajo que es reforzado en 32 departamentos nacionales por dirigentes, profesionales, estudiantes, técnicos y trabajadores provenientes del más amplio espectro político, social y religioso, lo que da solidez y confianza para llevar el mensaje regionalista a las 325 comunas de Chile donde, como partido legalmente inscrito, AIRE presentara candidatos a concejales y alcaldes en las elecciones municipales de 2013.

Sin duda, el haber sido capaces de construir una identidad política propia, progresista, nacional y popular, que sin dobleces marca diferencia con los políticos tradicionales, permite a los regionalistas dar forma a este referente de nuevo tipo que, acogiendo las demandas de cada sector que lo integra, hoy llega para quedarse y dar muchas sorpresas en la política chilena.


Mario Gómez H.

Periodista

tiroalblanco.cl

03.Abril.2010

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