La posibilidad que Adolfo Zaldívar sea nombrado embajador en la República Argentina, ha permitido que respiren aliviados algunos regionalistas que aún creen (ilusos) que pueden recuperar al PRI, desprestigiado e irrelevante, y reencauzarlo por la senda original, ya que si este personaje resuelve aceptar el cargo, como compensación por la presidencia del BANCO DEL ESTADO a la que aspiraba, deberá alejarse de la presidencia que usurpó de la colectividad política, y debería, también, llevarse a todo su más cercano entorno, si una brizna de lealtad aún le queda, todo lo cual significaría que debiese darse por bien pagado por el daño que le causó al regionalismo.
Interesante será conocer la respuesta que este sujeto le dará al periodismo argentino cuando le pregunten si su opinión cambió, respecto del Presidente de Chile, al que hace poco tiempo calificó “que con Piñera el problema (si era elegido) es dejar al gato cuidando la carnicería”.
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