lunes, 3 de mayo de 2010

A ADOLFO ZALDÍVAR NADA SE LE PUEDE CRITICAR



A ADOLFO ZALDÍVAR NADA SE LE PUEDE CRITICAR: ALCANZÓ SUS OBJETIVOS


A Adolfo Zaldívar Larraín, a estas alturas, nada se le puede criticar, ya que sus objetivos de bloquear al PRI como referente alternativo a la Concertación y a la Coalición por el Cambio, y de destruir el proyecto regionalista aplicando una política centralista, autoritaria y personalista, con prescindencia de la opinión de las bases expresadas a través de los Presidentes Regionales y de los Consejeros Generales, ha quedado de manifiesto que han sido largamente alcanzados:

1. Se hizo proclamar Candidato a la Presidencia de la República en el Consejo General del 29 de agosto de 2009.

2. Transcurridas sólo dos semanas, el 14 de septiembre, el último día de plazo para inscribir su candidatura a la presidencia, declinó su postulación, bloqueando, de tal forma, toda posibilidad del PRI de llevar un candidato propio.

3. Como consecuencia, de su retiro de la carrera al sillón de O´Higgins, privó al PRI y a sus candidatos de acceder a la franja electoral, sembró el germen de la discordia y dividió a la colectividad en cuanto a las preferencias por los candidatos que siguieron en carrera, atendiendo a los diferentes orígenes ideológicos de los militantes del partido, incumpliendo su compromiso públicamente asumido de llegar como hombre hasta el final.

4. Enseguida, hizo renunciar al Secretario General e impuso a uno nuevo proveniente del “lavinismo”, sumiso y totalmente ajeno al regionalismo.

5. Luego, asumió la presidencia de la colectividad violentando los Estatutos con la complicidad de un entorno obsecuente a sus deseos y ambiciones, y quiénes, como Consejeros Generales, tenían la obligación de hacerlos respetar.

6. Cerró, en forma inconsulta, la sede partidaria y la trasladó a su oficina particular.

7. Impidió el acceso, al recinto en que se llevaría a cabo el Consejo General del 30 de diciembre de 2009, a Consejeros Generales que se habían opuesto a su asunción a la presidencia del partido.

8. Se hizo otorgar facultades extraordinarias, pese a que no hay recuerdo que el Consejo General haya sido el que se las otorgó.

9. Con facultades extraordinarias pospuso, indefinidamente, el acuerdo de llamar a elecciones en el mes de abril de 2010, faltando a su palabra empeñada, y no ha vuelto a convocar al Consejo General durante el presente año.

10. Se deshizo, autoritariamente, de todos los dirigentes regionalistas, tanto históricos como “colorines” que se oponían a sus designios, mediante artimañas y procedimientos ilegales llevados a cabo en forma arbitraria por un Tribunal Supremo sumiso y condescendiente con sus intereses personales.

11. Se declaró políticamente de centro, contrariando al regionalismo en su esencia partidaria, ya que doctrinariamente el regionalismo ha superado los esquemas tradicionales y divisionistas de derecha, izquierda y centro, promoviendo un movimiento de unidad nacional y popular.

Por ahora sólo resta que los dirigentes, llámense Presidentes Regionales o Consejeros Generales, que auténticamente representan a las bases regionalistas, recobren la coherencia, la consecuencia y la cordura, y no continúen dejándose manipular para favorecer las egoístas ambiciones personales de aquellos que indignamente mendigan un cargo del oficialismo. Aunque nuestro esfuerzo no es para rescatar al PRI de las garras de su sepulturero, puesto que ya desprestigiado, y motivo de mofa y chanza, ha dejado de ser un representativo regionalista, es necesario manifestar que el regionalismo sigue plenamente vigente, como expresión diferente a los partidos tradicionales, y comienza a expresarse por medio de diversos movimientos emergentes con el beneficio de la funesta experiencia vivida junto al “adolfismo”.

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