LA NACIÓN
Viernes 22 de enero de 2010 | | Política
Un pacto sigiloso que repartía cargos y que sigue apoyado por la derecha
Por Equipo Política / La Nación
Joaquín Godoy (RN) dijo no entender “el escándalo que se creó” y Claudio Alvarado (UDI) reconoció que “tuvimos largas conversaciones donde analizamos (entre otras cosas) la forma en que se trataría de romper” el acuerdo.
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El tsunami político que se levantó y expandió por los contornos de la Concertación, comenzó a formarse de manera silenciosa sin que las posibles víctimas políticas tuvieran manera de enterarse de lo que se les venía encima,
Fernando Meza (PRSD) habló y acordó con el PRI y la derecha, haciendo a un lado a los coordinadores parlamentarios de la DC, el PS y el PPD. Su objetivo era tener un convenio para ocupar cargos en la mesa de la Cámara de Diputados.
Con o sin firma, el acuerdo alcanzado al menos por Fernando Meza (hasta ayer presidente del PRSD) con Patricio Melero (UDI) y Alejandra Sepúlveda y Pedro Araya (PRI), consideraba que los radicales socialdemócratas tendrían la primera vicepresidencia en el 2011, el 2012 la segunda vicepresidencia y el 2013 compartirían la segunda vicepresidencia con el PRI.
Eso colocaba a Sepúlveda en la presidencia a partir de este año. Todo, un golpe seco a la Concertación.
Pero la reacción rápida y dura de ministros, altos personeros y bases del PRSD pusieron, en pocas horas, término al acuerdo. (Ver nota adjunta).
Defendiendo lo ocurrido, el jefe de bancada de RN, Joaquín Godoy, apuntó que “no entiendo el escándalo que se creó”. Para él, la reacción de la Concertación no sería entendible considerando que “ya hicimos un acuerdo similar con la Concertación en 2009 y 2008”. Y dijo que lo logrado con Meza no era un acuerdo político, sólo sobre la mesa directiva de la Cámara de Diputados.
En tanto, el jefe de bancada de la UDI, Claudio Alvarado, salió a defender a los miembros radicales socialdemócratas que habrían suscrito el acuerdo asegurando que “en la Concertación tienen que ponerse se acuerdo, porque si el pacto lo sella la DC y el PS es bueno, y si lo hace el Partido Radical es malo. Los grandes siempre quieren imponer, y ahora se encontraron con que el partido más chico es con el cual tienen que conversar para tener participación en la administración de la Cámara”.
El parlamentario gremialista reveló que con algunos radicales “tuvimos largas conversaciones, donde analizamos los escenarios posibles, las presiones, la forma en que se trataría de romper el acuerdo, pero el objetivo común era un buen funcionamiento de la Cámara”.
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