EDITORIAL: A. ZALDÍVAR NO TIENE NADA PARA NEGOCIAR

DESDE LA TRINCHERA REGIONALISTA.

ADOLFO ZALDÍVAR NO TIENE NINGÚN CAPITAL ELECTORAL PARA NEGOCIAR.

El PRI es un partido transversal en el que, al quedar sin candidato presidencial propio y habiéndose decretada la libertad de acción, los provenientes de la vertiente de centro izquierda votaron mayoritariamente por Marco Enríquez-Ominami y los de centro derecha por Piñera, luego, Adolfo Zaldívar no tiene NADA para negociar con la Coalición por el Cambio ni con la Concertación, puesto que los regionalistas que podrían votar por Sebastián Piñera ya lo hicieron en primera vuelta y los que optaron por ME-O, Frei o Arrate, nunca se sumarán a la derecha, por tal razón al “piñerismo” sólo le interesa el concurso del PRI para mostrar transversalidad.

El PRI, en consecuencia con su propuesta fundacional de constituirse en una opción distinta a la alternativa de las dos grandes coaliciones, debe decretar libertad de acción, tal como lo hizo en primera vuelta, y no pronunciarse por ninguna de las dos candidaturas, porque de hacerlo conducirá, irremediablemente, a la definitiva división de la colectividad, camino que se inició con la declinación, en el último día, de la candidatura presidencial del senador Adolfo Zaldívar y que continuó, entre otras erráticas conductas, con la transgresión reiterada de los estatutos que permitió la cuestionada asunción del senador a la presidencia del partido y la expulsión arbitraria de dirigentes nacionales regionalistas. La situación del PRI es aún es posible de revertir si las bases hacen respetar la institucionalidad y sus derechos, y persevera por restablecer las propuestas regionalistas originales, anteponiéndolas a las malas prácticas y a los cálculos electorales para obtener cuotas de poder y beneficios personales como es común en los partidos políticos tradicionales.

El Editor