EDITORIAL: BLOQUEAR AL PRI
Si se analizan detenidamente las características de la incursión presidencial de Adolfo Zaldívar, la forma desastrosa en que llevó su campaña y la extemporánea declinación de su candidatura materializada sólo el último día, cuando ya no había ninguna posibilidad de levantar otra candidatura, no cabe otra cosa que concluir que las intenciones desde sus comienzos fue bloquear al PRI en esa instancia, sin que importaran las funestas consecuencias que tendría tal decisión en la contienda electoral parlamentaria.
Si además consideramos la extraña instalación de un nuevo Secretario General - desconocido para los regionalistas y proveniente de la derecha económica y política más extrema -, la asunción del senador a la presidencia de la colectividad mediante ilícitos procedimientos y la arbitraria e ilegal expulsión de los últimos dirigentes regionalistas de la Directiva Central, los regionalistas podemos redondear la apreciación de que fuimos víctimas de un engaño anunciado por Eduardo Salas Cerda cuando, en reunión de directiva, afirmó que el PRI era, nada más, que un partido instrumental para servir los intereses del senador.
El Editor
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