Pedro Godoy: “No es tarea fácil reconstruir lo que está en el suelo”
Por Mauricio Valenzuela/ La Nación Domingo 14 de marzo de 2010
Autor de decenas de artículos, columnas y libros, defensor de punzantes temas de soberanía y educación, hoy desde su blog-premionacionaldeeducacion.blogspot.com- lo denuncia todo: el pillaje, la sinvergüenzura de las constructoras y lo eurocentristas que somos.
Con Pedro Godoy, “el profe”, nos encontramos en su bella casa de San Ignacio donde en una pequeña pieza de alojados alguna vez tuvo de huésped a Hugo Chávez, quien, antes de ser Presidente, fue muy amigo suyo.
Para algunos, antisistémico, delirante y facho. “¡Nada que ver!”, nos dice con su refulgente sonrisa al borde de una carcajada que quiere escapar a cada tramo de nuestro hambreado camino hacia una picada que sea de su gusto: “¡Bien latinoamericana y sabrosa!”, dice. Otros lo encuentran medio izquierdoso. Se defiende: “Soy un hombre que piensa por sí mismo”. Historiador, educador y nacionalista continental; pro mar a Bolivia y antiimperialista. Cada día más desenfadado, es un insistente candidato al Premio Nacional de Educación. Dice, sin embargo, que no se lo darán nunca porque es un subversivo.
Llegamos al Restaurant Peruano Victoria, en Santo Domingo 771, que entre réplica y réplica nos empalaga el susto con unos buenos tallarines.
-¿Cuáles son sus comidas favoritas?
-El cebiche. Para demostrar que Latinoamérica es un solo pueblo, doy un dato además: el anticucho, que también es mi favorito, empezó siendo peruano. Hoy todo el mundo lo come. Como la yuca en vez de la papa que es andina y no chilota. La papa nos hermana. Está en Perú, Bolivia y Chile.
-¿Cómo vio el terremoto repercutir en política?
-Vi al Poder Ejecutivo activo pero cometiendo errores. A los alcaldes y concejales en terreno. Y entre medio, vi la ausencia de todos los parlamentarios. Dicho así: diputados y senadores no han tenido ninguna relevancia.
-¿Y por qué será?
-Yo creo que son un puñado de oportunistas que no tienen sensibilidad y lo que les interesaba era tener un cupo. A mí me gustaría saber cuántos millones aportó el Senado y la Cámara a la Teletón. Estoy seguro que nada.
-Una Concertación que termina en terremoto y un Piñera que llega con réplica. ¿Cómo lo ve?
-Piñera ha dicho de forma bastante enfática que su gobierno no es el del terremoto sino el de la reconstrucción, pero no es tarea fácil reconstruir lo que está en el suelo. Siempre han dicho que Piñera actúa como locomotora. Si actúa como tal, podremos superar las cosas.
-¿Era hora entonces de que Chile tuviera un gobierno de derecha?
-Esa dicotomía ha sido superada. Hoy no es esa la división que debe haber entre los chilenos.
-Como americanista, ¿qué iniciativas espera en el tema de integración continental del nuevo gobierno?
-Poco. La Concertación no tuvo una política dinámica respecto a adquirir compromisos de integración con los vecinos. Peor. A partir de Lagos, el país se embarcó en un armamentismo desenfrenado. No hay mejor forma de alterar las posibilidades de paz y cooperación que invertir plata en comprar armas.
-¿Cree que Piñera seguirá en esa línea, potenciando quizás esa desintegración?
-Pienso que sí, que no habrá variantes en eso porque hay una doctrina portaliana de que Chile es una isla rodeada de adversarios. Quienes estamos en la otra trinchera sostenemos que somos parte de una magna nación continental.
-A usted lo tildan de intolerante. Está en contra de la homosexualidad. ¿Cuál es el precio de esa intransigencia?
-Yo promuevo la mano dura. Me proclamo en mis opiniones un marginal, porque propongo los trabajos forzados en la población penal o defiendo el retorno a la pena de muerte. Eso cuesta caro.
-¿Y cree que la derecha va a poner mano dura?
-Tengo mis dudas.
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