EL PRI YA NO ES REGIONALISTA.
El acuerdo suscrito con la Coalición por el Cambio por la presidencia de la Cámara es una muestra que confirma, una vez más, que el PRI dejó de ser una colectividad regionalista distinta a los partidos tradicionales. En efecto, de referente, nacido como opción a la alternativa de la Concertación o la Alianza, el PRI pasó a ser un partido más arrastrado, por su nueva dirigencia ex DC - con los mismos vicios anti democráticos y autoritarios de las cúpulas, y las mismas malas prácticas institucionalizadas por la costumbre -, hacia una política de acuerdos y acomodos partidarios, caracterizada por las mismas mañas, flaquezas e imperfecciones, y muy distante de las irrenunciables propuestas fundacionales de la comunidad regionalista.
El solo hecho que el candidato presidencial proclamado haya declinado su candidatura el último día del plazo fijado para su inscripción, impidiendo mediante esta maniobra que el regionalismo pudiese levantar una nueva candidatura, significó el ABSURDO de dejar a la opción sin candidato.
La incoherente y torpe determinación de “bajar” la candidatura al sillón de O´Higgins, al margen de la división interna a que condujo y del daño que causó a las candidaturas parlamentarias, reveló que para los ex DC el PRI ha sido sólo un instrumento para sus fines personales y de grupo, y que jamás asumieron el proyecto regionalista.
HOY DÍA EL PRI DE REGIONALISTA SÓLO TIENE EL NOMBRE.
El Editor
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