NUEVAS GENERACIONES
El cambio, del que hablan algunos políticos, que de hecho y como muestra, y con ánimo electoralista, incorporan rostros jóvenes a sus comandos de campaña, no se refiere a una simple y superficial permuta de semblantes, ni tampoco a un mero cambio generacional que, en la práctica, se viene labrando silenciosamente en los pasillos del poder, como ha quedado de manifiesto en las primeras informaciones sobre la transparencia, donde los apellidos y los vínculos familiares se repiten conformando verdaderas dinastías que han heredado o se aprestan a heredar los cargos de los jerarcas en ejercicio. El cambio que se reclama es una innovación profunda, tanto en la actitud y modo de proceder en política como, también, en la voluntad por renovar y actualizar un sistema que, bien o mal, ya cumplió su ciclo, y que hoy se muestra oligárquico, injusto, obsoleto, excluyente y privilegiado, ajeno a una auténtica democracia.
El Editor
El cambio, del que hablan algunos políticos, que de hecho y como muestra, y con ánimo electoralista, incorporan rostros jóvenes a sus comandos de campaña, no se refiere a una simple y superficial permuta de semblantes, ni tampoco a un mero cambio generacional que, en la práctica, se viene labrando silenciosamente en los pasillos del poder, como ha quedado de manifiesto en las primeras informaciones sobre la transparencia, donde los apellidos y los vínculos familiares se repiten conformando verdaderas dinastías que han heredado o se aprestan a heredar los cargos de los jerarcas en ejercicio. El cambio que se reclama es una innovación profunda, tanto en la actitud y modo de proceder en política como, también, en la voluntad por renovar y actualizar un sistema que, bien o mal, ya cumplió su ciclo, y que hoy se muestra oligárquico, injusto, obsoleto, excluyente y privilegiado, ajeno a una auténtica democracia.
El Editor
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