CARTA SOBRE EL CUARTO PODER PUBLICADA, IN EXTENSO, POR EL DIARIO "LA NACIÓN" EL VIERNES 10 DE ABRIL DE 2009.
El cuarto poder, aquel que otrora la objetividad le imponía independencia y en el que la ciudadanía creía, hace largo tiempo que ya no existe. Ahora, ese poder se ha diluido absorbido por las líneas editoriales de los medios de comunicación a los que sirve. Este es el poder que ha posicionado a los candidatos de las dos grandes coaliciones proporcionándoles un débil sustento, ajeno a la realidad política que se vive y sordo al clamor ciudadano: ¿No es acaso sólo el 40 % de la ciudadanía la que respalda la sumatoria de los partidos que integran a la Concertación y a la Alianza? ¡Qué contracción! Basta solamente con emplear el sentido común para comprender que el 60 % restante quiere una nueva opción frente a la alternativa de estos dos conglomerados, cuyas colectividades que las integran han usufructuado del poder por más de 50 años, desde 1958 a la fecha.
El escenario, donde las cúpulas de la Concertación y la Alianza se mueven, es más bien una feria de mercadeo donde se transan los acuerdos, los pactos coyunturales y los compromisos partidarios, y donde la moneda de cambio son los cupos parlamentarios y el cuoteo futuro en los cargos de gobierno, sin que exista a priori una comunión pragmática de ideas, de proyectos o propuestas con un mínimo de sustento ideológico y con todos los mercaderes dispuestos a transar: ¡Nada nuevo! ¡Más de lo mismo! Es el poder por el poder.
De las candidaturas presidenciales alternativas, sin que el cuarto poder aún se percate, comienzan ya a surgir espontáneamente una, dos o más opciones, para que ese 60 % ciudadano, hoy constreñido por el poder político, económico y comunicacional, y que no se identifica ni con la Concertación ni con la Alianza, tenga la posibilidad real y democrática de elegir.
Atentamente
Víctor Catalán Polanco
Dirigente Nacional PRI
El escenario, donde las cúpulas de la Concertación y la Alianza se mueven, es más bien una feria de mercadeo donde se transan los acuerdos, los pactos coyunturales y los compromisos partidarios, y donde la moneda de cambio son los cupos parlamentarios y el cuoteo futuro en los cargos de gobierno, sin que exista a priori una comunión pragmática de ideas, de proyectos o propuestas con un mínimo de sustento ideológico y con todos los mercaderes dispuestos a transar: ¡Nada nuevo! ¡Más de lo mismo! Es el poder por el poder.
De las candidaturas presidenciales alternativas, sin que el cuarto poder aún se percate, comienzan ya a surgir espontáneamente una, dos o más opciones, para que ese 60 % ciudadano, hoy constreñido por el poder político, económico y comunicacional, y que no se identifica ni con la Concertación ni con la Alianza, tenga la posibilidad real y democrática de elegir.
Atentamente
Víctor Catalán Polanco
Dirigente Nacional PRI
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