viernes, 15 de febrero de 2008

SOCIALISMO EN CHILE

SOCIALISMO EN CHILE: UNA HISTORIA COMPLEJA.

A diferencia de otros PS -entre otros el argentino- el chileno es menos antiguo. No nace no en un cenáculo académico, sino en los cuarteles. Es fruto -principalmente- de la inquietud de círculos castrenses entre los años 20 y 30. Ya en 1932 oficiales de la bisoña Fuerza Aérea y del Ejército cifran su esperanza en un socialismo no marxista y manifiestamente iberoamericanizante. Hay, desde luego, influjo de la juventud estudiantil de entonces que a su vez, doctrinalmente, es producto del grito de Córdoba de 1918 y del APRA organizada en México por el peruano Haya de la Torre. Ese año -específicamente el 4 de junio- un cuartelazo tumba al civilista régimen de Juan Esteban Montero. Ofíciales de ambas armas ocupan La Moneda renuncia ese mandatario y su cabecilla Marmaduque Grove proclama "la república socialista de los trabajadores de Chile". Mientras tanto aviones de guerra lanzan sobre la Capital octavillas invitando a sumarse a un nuevo gobierno "distante del capitalismo internacional y de la Rusia soviética". El experimento -del cual intenta aprovecharse el PC- en su versión "grovista" dura 2 semanas, aunque el sui generis socialismo militar se extiende por algo más de dos meses. Luego vendrá un restauración oligárquica que personifica el otrora populista Arturo Alessandri Palma, como se sabe, apodado "León de Tarapacá".

Entre otros, el coronel Grove, el Dr. Eugenio Matte Hurtado y el Prof. Eugenio González poco después, en 1933, fundan el PS. Intenta al comienzo permancer fiel a ese III camino expresado el 4 de junio. Sin embargo, cae en el juego frentepopulista y contribuye a elegir Presidente de la República en 1938 a Pedro Aguirre Cerda quien es conspicuo integrante del Partido Radical. De allí en adelante conocerá todo tipo de escisiones y flaquezas. No obstante, pugna por conservar su fisonomía propia ante el PC. Por ejemplo será un implacable crítico del modelo soviético y de la tiranía de Stalin. Opondrá a la Sociedad de Amigos de la Unión Soviética que impulsa el PC, la Sociedad Amigos de México que entonces vive la fase álgida de su revolución. Se inspira el aprismo y repudia la II Internacional. Algo después exalta a Tito como representante de un comunismo nacional y autogestionario.

1952 lo sorprende dividido entre una fracción denominada PS Popular que encabeza Raúl Ampuero. Esta decide apoyar al general Carlos Ibáñez quien es estimado un “sanguinario dictador” defenestrado en 1931. El ibañismo se torna oceánico triunfando en las urnas por abrumadora mayoría. El contexto conosureño es favorable para el nuevo jefe del Estado. Perón está en la Casa Rosada, Vargas en la Presidencia de Brasil y una revolución movimientista victoriosa se impone en Bolivia. El repliegue de Getulio y su posterior suicidio, luego el triunfo de la victoria de la contrarrevolución de 1955 en Argentina y cierto congelamiento del proceso boliviano generan el aislamiento de Ibáñez. El otro segmento del socialismo –PS de Chile- se asocia al PC en el Frente del Pueblo levantando la I candidatura presidencial de Salvador Allende

Tal proceso explica en lo sustantivo un ibañismo que se congela y la salida de La Moneda del PSP que, como se anotara, encabezan -entre otros Ampuero, Almeya, Aniceto Rodríguez. De allí en adelante en la candidatura II y III de Salvador Allende el socialismo de raíz grovista comienza a perder su identidad criolla, para aceptar un marxismo esclerótico que proviene de la gravitación del PC y -desde 1961- de La Habana. Experimenta la penetración de los servicios de inteligencia de la Isla quienes lo manipulan hipnotizándolo en lo ideológico y en lo táctico. Este influjo se torna ya aplastante desde 1970 al convertirse Allende, con su IV candidatura, en Presidente. La tendencia grovista ingresa al freezer. Si algo al comienzo separa al PS del PC es que aquel -a diferencia de este por influjo cubano- cree que ha llegado "la hora de los fierros", es decir, del autogolpe. Al final, en esa aventura se embarcan también a otros sectores incluyendo al renuente PC. Tal estrategia la maneja -en la trastienda- el MIR. La ensoñación castrocomunista es tan potente que líderes del socialismo no solo preparan en la clandestinidad a los afiliados para la confrontación armada, sino que en lo político proclaman como urgente la fusión con el PC lo cual genera pánico por el temor de un Partido Unico.

Viene el golpe y el régimen que los uniformados creyeron resistiría 7 semanas se desmorona en 7 horas. Los tremebundos castristas del PS -ya completamente ajenos al legado del 4 de junio y a la tesis de Grove- huyen como ratas. Peor que eso, los afiliados provincianos o que son del estado llano quedan abandonados a su suerte. Los militares podrán atraparlos sin mayor esfuerzo y hacerlos responsables de la altanería guerrillerista de esos "comandantes" de pacotilla y de los errores perpetrados por la coalición de gobierno representada por Allende. Han comenzado los 17 años de predominio castrense en un país que se jactara de disponer de FFAA apolíticas y ajenas a cuartelazos. En el exilio el PS se escinde en dos. El MDP protegido por Moscú y otro financiado por la socialdemocracia europea conocida como PS de Ch y, según el cabecilla que lo represente, exhibirá entre paréntesis una inicial. Así existirá el PSCh (m), el PS (a) que luego será (n). Corresponde, respectivamente a Altamirano, Mandujano y Núñez. El escenario dominante es Europa.

En el denominado exilio interior el académico Jorge Barría -futuro confundador de CEDECH- intenta, en medio del terror pinochetista y de la precariedad financiera, generar el III camino fundando la Nueva Acción Pública NEP que rescata la semilla grovista, pero es rebasado. Se intenta obtener apoyo del APRA y no se logra y Argentina padece la "guerra sucia" y, por ende, imposible canalizar recursos del justicialismo. Sin embargo, en 1979 regresa de modo clandestino Juan Carlos Moraga. Ha vivido su exilio en ambas Alemanias y –de modo temprano- se rebela contra el proceso de colonización del socialismo por los secuaces de Erich Hoeneker. Dos años después fundará el PS chileno. Eso de “chileno” es un esfuerzo por exaltar raíces nacionalistas y –pese a la censura- rehabilita la figura de Grove. Abjura de la tesis de la dictadura del proletariado y del Partido Unico. Rescata la doctrina de la integración de la Latinoamérica concebida como Patria Grande. Sin embargo, no logra perdurar. Como intenta negociar una transición sin sangre es denunciado como cómplice de la dictadura. En esta descalificación se vinculan los otros grupos, el PC y la prensa. Al producirse la perestroika pinochetista que anticipa el plebiscito del "SI" y el "NO" ya los equipos MDP-PS de Ch actúan coordinadamente y arrojan al infierno del descredito a la tienda fundada por Moraga.

Al derrumbarse la URSS y las democracias populares los protegidos de Moscú y de Pankow con los mimados del socialismo mediterráneo en los cuales hace cabeza Mitterrand se fusionan. Ya en ese momento es arrasador el influjo eurosocialdemocrata. Tanto así que el congreso de los diversos grupos socialistas -los que regresan del destierro y los del exilio interior- aprueban, entre gallos y medianoche, la afiliación del renovado PS a la II Internacional o Internacional Socialista antaño repudiada como "reformista" y "amarilla". La tendencia nacional queda disuelta entre exmarxistas sovitólatras, guerrilleros habaneros jubilados y prósperos asalariados de la socialdemocracia europea. Estos son los que llevan el pandero y no sólo por el auxilio financiero del Viejo Mundo y por la desaparición de la Unión Soviética, sino por el marchitamiento de la Revolución Cubana y, sobretodo, por la victoria de la Concertación. Este es un conglomerado que excluye al PC se hace gobierno por tres periodos. Lagos y Bachelet son la expresión más típica de este socialismo que denominan "renovado" y sus adversarios "repodrido" que es socialdemocracia a la europea, neoliberal y pronorteamericana.

El grovismo que intenta rescatar, precursoramente Barría y luego entre 1981 y 1984 Moraga y a los cuales adhiere a partir de 1982 el CEDECH que opera como ganglio de la escuela fundada por Ramos y Spilimbergo es estragulado. Rublos y euros son potentes y el diario El Mercurio -seguramente por sugerencia de la CIA- potencia ese resurreccionado socialismo a la europea. No obstante, nace otro esfuerzo por liderar aquella tendencia vernacular: lo lidera Jorge Soria Quiroga, electo alcalde de Iquique. Este personaje representa –en un instante- la tesis bautizada bautizado indistintamente “grovista” o “nacional”- al interior del PS. Maniobras y contramaniobras lo extravian. Hoy al interior del PS es un dato histórico. La aceptación del vasallaje a EEUU se manifiesta en el TLC, en la imposición del bilingüismo en la estructura escolar, en adherir al Pentágono en "la guerra preventiva". La fobia al bolivarismo se expresa en el desdén por el MERCOSUR y la demencia armamentista, en la negativa de desenclaustrar a Bolivia y el pleito con Perú por el límite oceánico, en condenar a Cuba por la violación de los DDHH sin insistir que Washington también los vulnera al imponer el embargo. En lo interno la aplicación del modelo neoliberal que supone un capitalismo salvaje. En síntesis, por ahora Grove y el 4 de junio de 1932 son sólo testimonios.


Prof. Pedro Godoy P.
Centro de Estudios Chilenos CEDECH
director@cedech.cl

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