LA SEGUNDA (05/02/2008)Renuncia de general Santelices
Sr. Director:
La renuncia del general Gonzalo Santelices a las filas del Ejército por su participación en la Caravana de la muerte, que se debió a las fuertes presiones políticas del gobierno y de la izquierda concertacionista, dan cuenta una vez más del doble estándar de los dirigentes oficialistas al momento de exigir responsabilidades en distintos ámbitos.
Cuando son los uniformados quienes no han pasado la prueba de blancura, los inquisidores progresistas piden que rueden cabezas de inmediato, como ha ocurrido en múltiples casos en los últimos 18 años, pero cuando es alguien de sus filas se deshacen en explicaciones para evitar que uno de los suyos caiga en desgracia.
En este sentido, los ejemplos son innumerables y reiterados en el tiempo, siendo el último de ellos, el del ex presidente de EFE, Luis Ajenjo, quien a pesar de las múltiples acusaciones de corrupción que recaen sobre su persona por el desfalco en la empresa estatal, aún no es expulsado de la DC.
Lo mismo ocurrió con las fallas del Transantiago, la caída del puente Loncomilla, o la fuga de los frentistas de la CAS hace algunos lustros atrás. Es por eso que no se entiende que el presidente del PS, Camilo Escalona, aparezca campante celebrando la “sanción moral” al general Santelices, cuando lo que debiese hacer es ahondar la fiscalización de los miembros de sus filas para evitar que continúen incurriendo en conductas lascivas contra las arcas fiscales y los recursos de todos los chilenos.
Una vez más la izquierda de este país busca sacar dividendos políticos a costa de terceros y sin mirarse al espejo.
Carlos Cuadrado S.
Grupo Vértice
Sr. Director:
La renuncia del general Gonzalo Santelices a las filas del Ejército por su participación en la Caravana de la muerte, que se debió a las fuertes presiones políticas del gobierno y de la izquierda concertacionista, dan cuenta una vez más del doble estándar de los dirigentes oficialistas al momento de exigir responsabilidades en distintos ámbitos.
Cuando son los uniformados quienes no han pasado la prueba de blancura, los inquisidores progresistas piden que rueden cabezas de inmediato, como ha ocurrido en múltiples casos en los últimos 18 años, pero cuando es alguien de sus filas se deshacen en explicaciones para evitar que uno de los suyos caiga en desgracia.
En este sentido, los ejemplos son innumerables y reiterados en el tiempo, siendo el último de ellos, el del ex presidente de EFE, Luis Ajenjo, quien a pesar de las múltiples acusaciones de corrupción que recaen sobre su persona por el desfalco en la empresa estatal, aún no es expulsado de la DC.
Lo mismo ocurrió con las fallas del Transantiago, la caída del puente Loncomilla, o la fuga de los frentistas de la CAS hace algunos lustros atrás. Es por eso que no se entiende que el presidente del PS, Camilo Escalona, aparezca campante celebrando la “sanción moral” al general Santelices, cuando lo que debiese hacer es ahondar la fiscalización de los miembros de sus filas para evitar que continúen incurriendo en conductas lascivas contra las arcas fiscales y los recursos de todos los chilenos.
Una vez más la izquierda de este país busca sacar dividendos políticos a costa de terceros y sin mirarse al espejo.
Carlos Cuadrado S.
Grupo Vértice
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