CONGRESO PROGRAMÁTICO DE "A.I.R.E.": MENSAJE DEL PRESIDENTE DE LA COLECTIVIDAD

Mensaje de Claudio Rivera Canihuante, presidente de AIRE. al primer congreso programático, efectuado el 4 de Septiembre de 2010 en el Hotel Gran Palace de Santiago

El Chile que está en el Aire

“Nuestro llamado es  a construir una sociedad más justa, más solidaria, más inclusiva y más amable en armonía con el medioambiente; donde enarbolamos sin complejos las banderas de la unidad nacional, la participación popular y la justicia social”.

I.- Los hechos  que marcan la opinión pública.

Nuestro país permanentemente está golpeado por tragedias que  conmueven nuestro espíritu. El terremoto y maremoto de hace algunos meses y  los  trabajadores mineros atrapados en el Norte, han concentrado la atención pública, como si se tratara de implacables embestidas del destino. En medio de la crisis y el sufrimiento, aparecen los chilenos alzando una bandera destrozada; presentando la destrucción del maremoto con la simplicidad de un niño; o cantando la canción nacional desde las entrañas de la tierra. Es la voz de Chile, acostumbrada a lidiar con una existencia que nos somete a prueba una y mil veces; pero que siempre encuentra un pueblo unido y esperanzado dispuesto a ponerse de pie y continuar viviendo aquí en nuestra patria y orgulloso de ser chilenos. Es en esos momentos de dolor, en que nos sentimos solidarios, unidos, herederos de una tradición  que no se doblega ante las inclemencias y que deposita su fe en Dios, mas allá de cualquier consideración.

En otra arista, ha ocurrido un fenómeno importantísimo; y se trata de la manifestación espontánea de los ambientalistas en contra de la Planta Termoeléctrica de Punta de Choros. Este incidente marca un antes y un después, porque por primera vez las redes sociales de comunicación (twiter facebook  blogs y mails etc.)  generan una movilización espontánea en que personas en distintas ciudades salen a manifestarse en la defensa de una causa ambientalista. Es tal la fuerza de estos grupos de presión transversal, que el presidente de la República, de manera inédita, procede a llegar a una negociación que significa el fin del proyecto de la planta en el lugar donde había sido autorizada legalmente su instalación. La rapidez de la expresión, sorprendió a los propios partidos políticos, quienes han tenido pronunciamientos absolutamente contradictorios y existen al interior de las mismas fuertes pugnas.

II.- Identidad política y autenticidad 

Un somero análisis de los hechos demuestra de manera clara como los actuales partidos políticos son instituciones lentas, sin una visión específica, porque no tienen  una doctrina o filosofía que los distinga. En síntesis carecen de una identidad definida, y se confunden entre ellos mismos.

En efecto, tanto la Coalición por el Cambio como la Concertación, están integrados por dirigentes y técnicos neoliberales, que tienen mas diferencias de opinión al interior de sus partidos que frente a sus rivales. Ninguno de ellos pone en duda el sistema capitalista, la economía social de mercado, el sistema binominal; y los matices se refieren a la mayor  o menor intervención del Estado. Sin embargo, tampoco esto distingue las coaliciones, ya que los ministros de la Concertación han sido tanto o más neoliberales que los del actual gobierno de la Coalición por el cambio. El modelo neoliberal  tiene como fin exclusivo la producción de riqueza o de dinero y es por ello que la vida humana, el bienestar social, la justicia social, la equidad o el cuidado y preservación del medioambiente, carecen de importancia. Estos aspectos solo interesan en la medida que ello los afecte económicamente, pero jamás serán un fin sino solo una variable que interviene en los costos. El dinero y su manejo, tienen reglas que la Coalición por el Cambio y los dirigentes de la Concertación conocen y comparten. De hecho fueron a las mismas universidades, y por tanto hablan el mismo lenguaje. Por eso cuando hablan de impuestos como el royalty u otros, sus escenarios siempre están referidos a como se comporta el dinero. Si se sube tal o cual tasa, entonces los empresarios se van o ponen sus dineros  en el extranjero. Es decir su razonamiento siempre se basa en los flujos del dinero, nunca en las personas ni en los efectos que esas  decisiones tienen sobre ellas.  Fieles a su concepción neoliberal, no creen en la organización popular, por esos detestan todo tipo de organizaciones, asociaciones, sindicatos, centros estudiantiles etc. Siempre su mayor intervención en esa área va a ser la de captar sus líderes para así  anular la organización o controlarla.

En su toma de decisiones, son centralistas y manejados por pequeños grupos de poder  que negocian entre ellos la dirección del partido y los cargos cualquiera sea su naturaleza. Para nadie es un misterio que  todas las decisiones, desde el candidato presidencial hasta el cargo de concejal de la más distante comuna del país, es decidida en las oficinas centrales de los partidos ubicada en Santiago; y que ello obedece no a las bases sino a los acuerdos de las cúpulas y camarillas. Como consecuencia de lo anterior, siempre su comportamiento es oportunista y en lugar de decir lo que piensan, siempre están diciendo lo que “es políticamente correcto”. Dicho de otra manera no dicen lo que piensan sino lo que más les conviene. El esfuerzo que los partidos políticos tradicionales tienen que hacer para no parecerse a sus contrarios, los obliga a inventar frente a cada hecho una postura de oposición a sus contendores políticos, normalmente de matices o de perspectivas, pero no de fondo. Esto hace que tengamos una política confusa, y que no sepamos en realidad lo que piensan  las coaliciones gobernantes.

b.- Autenticidad regionalista

Frente a los partidos políticos tradicionales, AIRE postula que la cultura, la política, la economía, la educación, y en general toda actividad social,  tiene como objeto el desarrollo integral de la persona humana, en una relación armónica con el medio ambiente.

Sostenemos que las personas son seres amorosos, que requieren para su desarrollo integral  condiciones para dar y recibir afecto, razón por la cual es preocupación permanente el generar una sociedad en que primen  los valores de solidaridad, respeto, equidad y justicia social.  Por eso, cuando sabemos que hay mineros atrapados sufrimos; y cuando sabemos que están vivos nos emocionamos  hasta las lágrimas. Cuando cantan la canción nacional  en medio de su adversidad y sabemos que se han organizado hasta en los más mínimos detalles compartiendo equitativamente sus alimentos para conservarse todos o morir todos, no podemos sino sentirnos orgullosos que sean nuestros hermanos. Hay una cierta preparación técnica que los mineros han recibido para enfrentar los accidentes en las faenas. Sin embargo ha sido su organización social, basada en la solidaridad y el compañerismo lo que les mantuvo con vida y que nos den un ejemplo de cómo enfrentar las crisis, y de cómo vivir.

En el otro frente noticioso, se nos aparece la caída del proyecto de la Planta Termoeléctrica de Punta de Choros, al lado de un santuario de la naturaleza. Por cierto ignoramos como pudo cumplirse con toda la normativa medioambiental, cuando resulta obvio que entraña un riesgo al medioambiente de la zona. Esta manifestación en defensa de la naturaleza y el medioambiente, en que los partidos políticos quedan absolutamente ignorados, es un signo de los tiempos, en que  la conciencia y la sabiduría popular, es capaz de alzarse de manera espontánea  y transversal, contra la autoridad, cuando ésta traspasa ciertos límites aún cuando formalmente se muevan en el marco de la legalidad.

Es significativo que ello se produzca mediante  las redes sociales de Internet,  de manera muy similar al movimiento de los pingüinos que movilizó a los estudiantes hace cuatro años y que se comunicaban por teléfono celular. Se trata por así decirlo, de una opinión pública que no está determinada por los medios abiertos de prensa y televisión, sino que se trata de una especie de conciencia colectiva que se produce mediante la interacción de grupos sociales interesados en un tema.

Como puede verse, ambos hechos trascienden la capacidad de análisis de los partidos políticos tradicionales. No tienen nada que decir, porque no se puede abordar estos problemas desde las estrechas perspectivas de los intereses partidarios. Cuando hablamos de unidad nacional y participación popular,  estamos diciendo que los problemas de Chile se enfrentan unidos, con organización solidaria, sin distinciones políticas  partidarias como los mineros nos lo han demostrado. En la misma línea, la defensa medioambiental, que no es otra cosa que la lucha por la vida, es también un ejemplo seguir, generando la unidad a través de objetivos claros, utilizando la tecnología para generar conciencia y acción ciudadana.

III.- Nuestra Invitación

 AIRE está comprometido con  el desarrollo de la persona humana y por tanto cualquiera que sea la causa en que se trabaje por su supervivencia, dignidad o desarrollo integral, nosotros estaremos apoyando.

Estamos por la organización popular para la resolución de los problemas, y propende a su fortalecimiento, sea como sindicatos, organizaciones funcionales, organizaciones estudiantiles etc. Nuestro partido es democrático y regionalista, precisamente porque pretende que sean las organizaciones  de base quienes elijan sus líderes y sus candidatos

Postulamos la búsqueda del  desarrollo económico y el progreso con equilibrio medioambiental y  protección de la vida animal; por ello estaremos apoyando donde quiera que haya defensores de esas causas. Nuestro partido postula la unidad de los chilenos y pretende distanciarse de los modelos de los partidos políticos tradicionales, para ser efectivamente un instrumento al servicio de los líderes regionalistas que honestamente adscriban a nuestra causa.

Tenemos diversos orígenes y  tenemos diferencias, pero también sabemos que podemos nutrirnos en la diversidad y  en la medida que nos respetemos como hermanos, podemos construir una sociedad solidaria, inclusiva y acogedora. Aspiramos a ser la conciencia humanista  respetuosa de la naturaleza, frente al  sistema neoliberal, para introducir las modificaciones y adecuaciones necesarias para que haya una justa distribución de los resultados y del bienestar social. Así, nuestro lenguaje no será a veces el políticamente correcto; sino que será el leguaje de la verdad, de lo que pensamos, de lo que sentimos de corazón. De esta manera, no estamos llamados a ser una cosa distinta de aquello que somos, ni granjearnos simpatías aparentando. Nuestro esfuerzo debe orientarse permanentemente a ser consecuentes y auténticos, en la defensa de la dignidad de la persona humana, de las organizaciones sociales democráticas y de la naturaleza y el medioambiente.

IV.- AIRE es tarea de todos

En este marco de referencia, AIRE será lo que todos vayamos construyendo, con matices y a veces con zozobras, porque  nuestra militancia carece de recursos, y tampoco queremos que alguien nos financie o nos resuelva los problemas del crecimiento. Estamos ciertos que  si así ocurriera, algún día nos pasarán la cuenta. El valor de la independencia está íntimamente vinculado a la autonomía económica y a la estructura  y practica democrática.

El valor de la autenticidad está ligado a la actividad militante que asume el liderazgo popular desde las bases mismas, y lo hace suyo. Serán los hombres y mujeres regionalistas, los jóvenes, los trabajadores, los emprendedores y emprendedoras, los estudiantes, los chilenos  y chilenas de la tercera edad, los ecologistas y animalistas, los que harán nuestro partido el instrumento de todos aquellos que nos sentimos llamados a construir una economía con rostro humano y responsabilidad social. Nuestro llamado es  a construir una sociedad más justa, más solidaria, más inclusiva y más amable en armonía con el medioambiente; donde enarbolamos sin complejos las banderas de la unidad nacional, la participación popular y la justicia social, porque la Patria somos todos.