En un multitudinario acto en los salones del ex Congreso Nacional, con la presencia de más de 500 dirigentes sociales y partidarios, y de los candidatos a Alcaldes y Concejales representantes de todas las regiones del país, se llevó a cabo el sábado 8 de noviembre el Consejo General Ampliado del PARTIDO REGIONALISTA DE LOS INDEPENDIENTES que, entre otros objetivos, tuvo el de celebrar el rotundo éxito obtenido en las elecciones municipales de octubre y el de reconocer, con una distinción especial, el esfuerzo, el sacrificio, la entrega y el significativo aporte regional, que han contribuido poderosamente a abrir, por fin, un nuevo espacio político por el cambio que la sociedad reclama.
Con el triunfo del P.R.I. han salido fortalecidas las regiones; disminuidas y abandonadas por el centralismo de los partidos y coaliciones políticas tradicionales. Hoy ya se puede hablar, con propiedad, de autonomía regional en muchos campos, y de un nuevo cambio político sin retorno que se avecina.
En Consejo General, también, aceptó la renuncia de toda la Directiva Central encabezada por el diputado Jaime Mulet Martínez y, luego, procedió a reelegirla, por unanimidad, en un acto de gran proyección y ejemplo democrático, en los que cada consejero emitió individualmente su voto.
Fue este el cierre de una etapa, marcada por los múltiples obstáculos propios de un crecimiento explosivo e inesperado de un partido como el P.R.I. que emerge; en un escenario caracterizado por el derrumbe de las coaliciones, cuyo único sustento son las diferencias del pasado, sin nuevas propuestas y sin proyección futura; con un proyecto innovador, nacional y popular, fundado en la justicia social, en la democratización de las estructuras políticas, en una reforma profunda del sistema electoral, en la no exclusión, en la implementación de la rentabilidad social en reemplazo de la especulación financiera, entre otras muchas propuestas por el CAMBIO.
Con el Partido Regionalista de los Independientes, pese a los pronósticos de versados cientistas políticos y opinólogos que; encerrados entre cuatro paredes, y alejados de la realidad y de la gente; persisten en argumentaciones que sólo obedecen a los interese de oligarquías cupulares, surge la opción alternativa, en oposición a los conglomerados oficialista y de oposición, de un cambio por un nuevo Chile con mirada de futuro.
Con el triunfo del P.R.I. han salido fortalecidas las regiones; disminuidas y abandonadas por el centralismo de los partidos y coaliciones políticas tradicionales. Hoy ya se puede hablar, con propiedad, de autonomía regional en muchos campos, y de un nuevo cambio político sin retorno que se avecina.
En Consejo General, también, aceptó la renuncia de toda la Directiva Central encabezada por el diputado Jaime Mulet Martínez y, luego, procedió a reelegirla, por unanimidad, en un acto de gran proyección y ejemplo democrático, en los que cada consejero emitió individualmente su voto.
Fue este el cierre de una etapa, marcada por los múltiples obstáculos propios de un crecimiento explosivo e inesperado de un partido como el P.R.I. que emerge; en un escenario caracterizado por el derrumbe de las coaliciones, cuyo único sustento son las diferencias del pasado, sin nuevas propuestas y sin proyección futura; con un proyecto innovador, nacional y popular, fundado en la justicia social, en la democratización de las estructuras políticas, en una reforma profunda del sistema electoral, en la no exclusión, en la implementación de la rentabilidad social en reemplazo de la especulación financiera, entre otras muchas propuestas por el CAMBIO.
Con el Partido Regionalista de los Independientes, pese a los pronósticos de versados cientistas políticos y opinólogos que; encerrados entre cuatro paredes, y alejados de la realidad y de la gente; persisten en argumentaciones que sólo obedecen a los interese de oligarquías cupulares, surge la opción alternativa, en oposición a los conglomerados oficialista y de oposición, de un cambio por un nuevo Chile con mirada de futuro.
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