EL MERCURIO
(Domingo 11.Octubre.2009)
Por MARIELA HERRERA MUZIO
"¡Pongámonos una meta grande! Derrotemos el cerrojo del sistema binominal con un doble doblaje acá en Copiapó!".
La arenga la realizó el ex Presidente Ricardo Lagos frente a las más de 200 personas que se reunieron el viernes en el restaurante "Búfalo Beef", en Copiapó, en un acto conjunto de la Concertación y el Juntos Podemos.
Hasta la región de Atacama, el ex Mandatario no sólo llegó para desplegarse a favor de la candidatura de Eduardo Frei, sino que también apoyó al secretario general del PC, Lautaro Carmona, quien busca una diputación por Copiapó, y a los abanderados oficialistas Antonio Leal (PPD) e Isabel Allende (PS), quienes disputan un escaño en el Senado.
Así, como en un verdadero coaching electoral, Lagos azuzó a los atacameños a la "doble 'd'" como después se repetiría en los puerta a puerta.
Pero el oficialismo reconoce que ésa es una tarea en extremo compleja. El mismo ex Presidente lo insinuó al señalar que era "una meta grande".
En la zona el voto de la Alianza no sólo ha ido en constante crecimiento (desde algo más de 20 puntos a comienzos de los 90 a un 38,9% en las senatoriales de 2001 con el RN Baldo Prokurica, quien se presenta a la reelección), sino que además es la zona por la que uno de los más emblemáticos descolgados se decidió a competir contra el oficialismo: el ex DC Jaime Mulet.
Según una encuesta de la Universidad Santo Tomás, sede Copiapó -realizada en septiembre- las preferencias dan como electos a los candidatos Antonio Leal (23,64%) y a Baldo Prokurica (22,73%). Pero el estudio refleja, también, que existe un 30% de indecisos y que el ex DC, Jaime Mulet (PRI) marca 8,18%. Desde la Alianza, si bien insisten en que el doblaje concertacionista es prácticamente imposible, sí le dan una chance: si el candidato ex colorín sube a un 17% de las preferencias, sería la carta de RN la más perjudicada, pues, entre ellos, se reparten el electorado histórico de centroderecha. Ello no favorecería al propio Mulet (a quien no le bastaría para resultar electo), pero daría a la coalición de gobierno la opción de doblaje en desmedro de Prokurica.
Y esa es la apuesta oficialista. Con un "Dale Leal" desplegado en las calles copiapinas, la candidatura del PPD se la juega por potenciar el trabajo que ha realizado en la zona como diputado. En paralelo, Isabel Allende -quien deja la diputación de Puente Alto para intentar llegar al Senado- apuesta a la influencia que el nombre de su padre Salvador Allende mantiene en la zona minera.
El viernes, sin embargo, los cálculos oficialistas fueron amenazados otra vez a manos del presidenciable Marco Enríquez-Ominami. El diputado viajó a la zona para entregar su formal respaldo a la candidatura de Mulet.
Junto con ello, le traspasó la adhesión de los alcaldes "díscolos" de Vallenar, Copiapó y Tierra Amarilla. ¿La apuesta? Que aparecer junto a Enríquez-Ominami, el vicepresidente del PRI capitalice en votos de centroizquierda y, en ese escenario, coinciden en la Alianza y en la Concertación, el daño lo tendría el oficialismo.
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